Aunque en la pista aún les queda mucho para brillar con todo su potencial, lejos de ella, los Chicago Bulls han reconquistado ya su lugar como equipo más querido de la NBA. Con Harden intermitente, Maxey con chispazos y un Harris gris, el equipo ha dependido de Embiid en la pintura. La mística que envuelve a los Bulls no se queda en Chicago. A ello ha contribuido la llegada a la franquicia de Pau Gasol y Nikola Mirotic, dos de los baluartes que han situado a los Bulls al frente del mercado de venta de camisetas de la liga estadounidense.